El yoga adaptado está especialmente recomendado para aquellas personas que tienen condiciones de salud, limitaciones físicas o que simplemente buscan una práctica más accesible, o ofrece movimientos suaves y ajustados a las capacidades de cada persona, lo que permite que, con el tiempo, se logre una mejora en la flexibilidad y en la movilidad de las articulaciones, sin forzar el cuerpo.